martes, 26 de febrero de 2013

Mirror, mirror.



De "Mirror, mirror",  Jarsem Singh Dhandwar, 2012, me cautivaron los colores.

Comienza la historia en palacio, con los personajes adultos vestidos de dorados y malvas. Y Blancanieves en la misma línea pero más sutil, de amarillo y rosa

Continúa con una fastuosa de disfraces, donde todos visten de blanco, con pequeños matices rojos y negros. Destaca la madrasta, enteramente de rojo.

Cuando la madrastra conquista (hechiza, más bien) al príncipe, ambos en verde y naranja. Así como las telas de cortinas, manteles y tapicerías.

Blancanieves se convierte en bandida y compañera de los enanitos. Negro y azul sobre los bosques nevados.

Al finalizar la película, la boda. Los colores no son tan intensos. Es el único momento donde destacan los estampados, estampados de flores. Los protagonistas visten de naranja y azul.

La película está plagada de diálogos rápidos y en ocasiones graciosos.

En el momento en que la madrastra va en su carroza hacia su fallida boda, dice : "No importa cuántas veces lo haga, sigo emocionándome el día de mi boda", ¿Julia Roberts rememorando su Novia a la fuga de 1999?.

También me gustó mucho la escena en que los enanitos dan las consignas a Blancanieves para que se convierta en una buena bandida:

"La gente cree que no puedes ser alto si eres bajo.
Que no puedes ser fuerte si no lo eres.
Pero una debilidad sólo es una debilidad si tú la ves así.

Nunca, bajo ninguna circunstancia pierdas el terreno alto.
Antes de desenvainar la espada debes causarle impresión a tu enemigo.

Si le engaña tu aspecto, la batalla está medio ganada.
Si el enemigo te ve inocente, no esperará que luches sucio.
Aprovechaté y saca ventaja de eso.

Tu arma no es tu única amiga.
El entorno también puede ser un aliado.
El engaño en el campo de batalla no es sólo una opción.
A menudo marcará la diferencia entre la victoria y la derrota."

Os dejo chicos, que paseis muuuuy pero que muuuuy buena noche de martes!!


jueves, 14 de febrero de 2013

Un mensaje diferente.

Mientras vivimos nuestra vorágine diaria, pasamos las semanas entre trabajo, niños, cuidados de la casa, divertirnos, si se puede... descansar, si nos dejan... solemos olvidar por qué y cómo hemos llegado hasta aquí.

Cuándo decidimos echarnos a la espalda más responsabilidades, en qué momento decidimos tener otro niño, o qué cuentas nos echamos para dejar un trabajo, o cambiarlo, o decidir quien de los dos lo hace.

No importa quien decidió cada cosa, pero en un día como hoy, importa quien sacrificó más. Y hay que agradecerlo.

El día que descubrimos que íbamos a ser padres, decidimos que yo iba a ser la que cambiaria de empleo. Dejé el que tenía, por ocuparme todo el día, y por el estrés que me creaba, y a los pocos meses me vino llovido del cielo el que ahora tengo. Perfecto en ubicación, horarios, ambiente, proyección... una suerte para mí en todos los aspectos. Y que me permitía cuidar de mis hijas de lunes a viernes y "apañarnos" los festivos...

Tú seguiste con lo tuyo. No te pregunté si te gustaba o no. No quise saber si te creaba estrés o hubieses preferido cambiar pañales. Se hizo así y punto.

Desde el punto de vista económico, es obvio que yo comencé a aportar menos. Y somos más. Somos cuatro. Y tú debes asegurarte de sostener ésto. Para siempre.

Yo duermo mal porque me levanto varias veces por las niñas. Pero tú duermes mal porque estás preocupado. Porque tu carga es muy pesada. Y más ahora. No tienes un desahogo. No puedes pasar un rato en el parque, al sol, hablando de niños, no te pasas la tarde viendo dibujos o haciendo deberes. La pasas haciendo números, esperando, o trabajando duro cuando hay suerte y tienes muchos pedidos.

Ya sabes que nunca quiero regalos, ni flores, ni quiero celebrar cosas. Tu mayor regalo ha sido dejarme elegir, dejarme ser libre sin ponerme condiciones. Y tu mejor demostración de amor es saber que te esfuerzas día a día porque tu familia esté unida y feliz.

Feliz día de San Valentin, mi amor.




martes, 12 de febrero de 2013

Drive.



No ha sido Drive (Nicolas Winding Refn, 2011), una película fácil de ver. No va sobre coches, ni sobre violencia, y en su historia de amor solo hay un beso. Y no hay muchos diálogos ni persecuciones. No hay mucho de nada, pero hay un poco de todo.

No tiene un final feliz, ni esperado.

Pero tiene una banda sonora impresionante. Revive la música electrónica de los 80. "Nightcall", de Kavinsky. "Under your spell", de Desire (mi preferida, la escena del pasillo...). "Tick of the clock", de Chromatics. "A real hero", de College feat Electric Youth. 

Muy buenos temas, en algunas escenas, prevalece la música sobre la imagen, olvidas lo que estás viendo y te dejas llevar por la canción... Excelente.

¡Que paseis muuuuuy buen martes!!!

 

martes, 5 de febrero de 2013

Ésto ya lo había leído en alguna parte...

Hoy una de mis perras ha robado de la encimera una bandeja donde había pasteles. Han caído al suelo y sólo le ha dado tiempo a comerse uno que había troceado, los que estaban completos los he podido rescatar.

Yo he dicho: "Ésta perrita siempre está robando comida. Voy a tener que castigarla."
Mi pequeña ha dicho: "Mami, si se porta mal la puedes dejar en la cocina para que piense."
Mi mayor ha suplicado: "No la castigues. No ha hecho nada malo. Es un perro. Y ha hecho lo que hacen los perros. No lo puede evitar."

Sobra decir que no la he castigado. Es cierto, bastante bien se portan y saben convivir... como para que no quieran pasteles. Que tienen buen olfato. Que tienen sentido del gusto. Y que yo también me lanzaría a comérmelos si sólo comiese pienso y algún premio, que también está hecho de pienso, todo hay que decirlo.

El caso es que mi mayor sólo ha leído libros para 6 años... y ese razonamiento suyo no es nuevo... es universal.

"No he tenido elección, es mi naturaleza,- dijo el escorpión". Esopo.

sábado, 2 de febrero de 2013

Agua para elefantes.


Viendo la película "Agua para elefantes" (2011, Francis Lawrence), me reafirmo una vez más en la idea de que cualquier ser humano que conviva con animales, es un privilegiado. En ese tiempo que compartan, sus prioridades serán otras, será más amplio su entendimiento, y más profundos sus sentimientos.

Porque lo que nos puede enseñar un animal, desde su simpleza, es muy difícil aprenderlo de un ser humano. Sacrificio, humildad, perdón, y amor por encima de todas las cosas.

Un circo. Personas que aman a las fieras, que cuidan de ellas, y otras que las explotan. ¿Qué clase de persona no es compasiva ante esa lealtad?. Rosie la elefanta, no se defendió cuando fue maltratada, pero usó su fuerza para defender a su dueña. Y vivieron juntas durante muchos años. Hasta la muerte del animal.

¡Feliz finde, y cuidad de vuestras mascotas, pocas cosas os harán tan felices!